Medicina para curar el corazón

Bulma y la desmitologización bultmanniana del amor

Capítulo 3 

Tu padre hizo muchas cosas malas cuando estaba vivo, 

de seguro ahora está en el Infierno causando destrozos. 

(Bulma a Trunks)

El Dasein 'es' su pasado en la forma propia de su ser, 

 ser que, dicho elementalmente, “acontece” siempre desde su futuro.

(Heidegger-Sensei)

Capitulo 1: "Amor en cápsula"

Capítulo 2: "En Namek me enamoré"

María, la heroína. 

María tenía un corderito, era su hijo y lo asesinaron. Acostumbrados como estamos - católicos y evangélicos - a ver una María desapasionada, des-erotizada, con un carácter más bien suplicante, de ojos llorosos ¡símbolo de la eterna feminidad afligida!, nos cuesta trabajo pensarla como una heroína, una mujer con carácter firme y búsquedas propias, que no vive a la sombra de su Hijo, sino que se convierte en su cómplice y acicate. 

Para los católicos, María parece ser suprema, quien doblega la voluntad de su hijo con sus lágrimas de madre. Para los protestantes María es secundaria, mero pretexto para que Jesús naciera, pero un personaje al que no hay que exaltarlo ni un poquito pues se corre el riesgo de caer en idolatría. Para Bultmann, por su parte, María queda oculta tras capas y capas de imaginario mitológico como un ente sagrado que hace nacer al verdadero héroe: Cristo.  

Este nacimiento virginal se habría añadido en la refundición helenística, porque en terreno helenístico se halla muy difundida la idea de que el rey o el héroe es engendrado por la deidad del seno de una virgen ("Historia de la tradición sinóptica", pág., 352).

María es vista desde lo que Roger Bartra denomina "la jaula de la melancolía", por lo que es elevada como diosa o humillada como simple y anodino mortal. No obstante María, la madre de Jesús tiene muchos rasgos heroicos, es, como Bulma, una mujer que cataliza las situaciones, funciona como un deus ex machina que activa toda la maquinaria. Bulma fue quien llegó con Goku e hizo todas las cosas posibles en Dragon Ball, María dio a luz a Jesús e hizo todo posible en el mundo. 

En recientes fechas María ha sido pensada, en su papel de vírgen, de madre y de mujer. Un texto altamente revelador sobre las formas en las cuales María puede ser apropiada y resignificada es el texto "Guadalupe, la diosa sexual" de Sandra Cisneros. En México la Vírgen de Guadalupe (advocación/versión nacional de la Vírgen María) es uno de los más arraigados símbolos. Cisneros comprende que Guadalupe o "Lupe", como se les dice a las Guadalupe de cariño, tiene una faceta más allá de la sumisa mujer violentada sexualmente por un Dios, para volverse un símbolo de empoderamiento femenino y eroticidad.

"Cuando veo a la Virgen de Guadalupe ahora, no es la Lupe de mi infancia, no es la de la Iglesia Católica, aquella a la que cerré la puerta en mi adolescencia y adultez. Como todas las mujeres que me importan, he tenido que buscarla en medio de los escombros de la historia. Y la he encontrado. Ella es Guadalupe la diosa sexual que me hace sentir bien con respecto de mi poder sexual, mi energía sexual, que me recuerda que yo debo “…[hablar] desde mi vulva… decir la verdad más básica, honrada”, y escribir desde mi panocha." 

María "concibió del Espíritu Santo", tuvo en su ser el influjo divino para quedar embarazada. El mote de "Vírgen" intenta ocultar cualquier alusión a la sexualidad y el placer, cualquier referencia a su vagina, a su sexo. La "Lupe" que descubre Cisneros no es la María de la historia, ni la Vírgen de la fe/dogma, esta autora realiza un proceso de desmitologización, en sentido bultmanniano, para decidirse por la Vírgen de Guadalupe en un proceso de interpretación existencial, actualizando a María (oculta en la Vírgen de Guadalupe) en un contexto heróico de eroticidad. 

Si hay alguien con fuerte carácter erótico en Dragon Ball es Bulma. Desde los primeros capítulos la vemos enseñando su ropa interior (recuérdese que "Bulma" en japonés suena a "burma" que significa bragas), mostrándose coqueta, la vemos desnuda (las escenas fueron censuradas en México) y negociando sus objetivos con su sexualidad. En este sentido es paradigmática la escena donde Muten Roshi le pide ver sus bragas para entergarle una Esfera del Dragón. Bulma accede sin saber que la noche anterior Goku le había quitado la ropa interior y descubrir que las niñas no tienen pene. En Dragon Ball Goku, pese a tener hijos, es el personaje más deserotizado. 

Bulma, sin querer, le enseña a Muten Roshi, 

su cuerpo sin ropa interior

Antropológicamente hablando, Bulma es una mujer que vuelve su cuerpo y sexualidad en un recurso de empoderamiento al llevar su desnudez a la esfera pública, manteniendo el control sobre su propio cuerpo. María ha logrado algo semejante, pues su sexualidad, en niveles divinos, forma parte de las liturgias cristianas, Credos, catecismos, plegarias y cantos cuya patriarcal sacralidad no inhiben el humus simbólico de eroticidad presente en la frase "Concibió del Espíritu Santo". 

Bulma y María son heroínas de sendas sagas de victorias utópicas: La glorificación de Goku y de Cristo. Lo que Bultmann no alcanza a ver en su forma asaz reducida de interpretar a María como mera refundición de mitología helénica, es que, si bien el relato del nacimiento virginal, era desconocido en las primeras comunidades cristianas y llega a difundirse hasta el siglo II d.C., la fe cristiana basa gran parte de su decisión "por Cristo" en el fundamento de la sexualidad femenina, y no solo en la compatibilidad existenciaria con un símbolo masculino. 

Bulma crea los artefactos que permiten activar los sucesos de la narración: El Radar del Dragón para buscar las Esferas, repara y construye - junto con su padre - naves espaciales para viajar a Namek y lograr traer a un nuevo Kami Sama (Dios), y en la línea del futuro, perfecciona la máquina del tiempo con la Trunks puede encarnarse en el pasado para traer la salvación. María, por su parte, es preñada por el Espíritu Santo, sigue a Jesús durante su ministerio, lo incomoda con peticiones de vino, le lleva a sus hermanos al templo para provocar que tome una decisión respecto de su futuro como mesías. 

El Hijo viviendo en la desmitologización del mundo 

Bulma y María tienen un hijo al que deben de preparar para la muerte. Según Martin Heidegger, el hombres es un ser-para-la-muerte, el trayecto existencial ineludible y ante el cual se debe existir como proyectado hacia ella. Esta visión mortífera es fácil de comprender en los entornos de la Segunda Guerra Mundial en los que vivió Heidegger, y en los Evangelios que tienen siempre la sombra de la cruz asesina.

En Dragón Ball existen varias líneas del tiempo. Esto se debe a que tras regresar de Namek, Goku tuvo una afección en el corazón que le hizo morir de un infarto justo cuando aparecen los Androides 17 y 18, creados por el Dr. Gero en venganza por la destrucción del cuartel de la Patrulla Roja. Estos androides acaban con todos los "Guerreros Z", como súbitamente se les comienza a llamar a los protagonistas, excepto con Gohan y Trunks. Bulma crea entonces una primer máquina del tiempo que va a generar diversas líneas de temporalidad. 

En la película "Un futuro diferente", (en japonés: ぜつぼうへのはんこう!!のこされたちょうせんし・ごはんとトランクス Zetsubō e no hankō!! Nokosareta chōsenshi - Gohan to Toranksu?, ¡¡Resistencia a la Desesperación!! Los Últimos Súper Guerreros: Gohan y Trunks), se muestra el desolador panorama de la tierra tras la muerte de Goku y los principales guerreros. a manos de los Androides 17 y 18. Un escenario postapocalítpco, en el que la gente sigue intentando vivir, ir de compras, pasear en la feria, con la zozobra de que en cualquier momento pueden llegar los Androides a destruir la ciudad. La gente de este futuro se concibe plenamente como seres para-la-muerte.

Para Xavier Pikaza, Heidegger

"Nos dice que debemos realizarnos libremente, dirigidos al futuro, limitados por la muerte, moldeados por la angustia. Sin embargo, él no puede marcar un camino concreto, la forma en que debemos decidirnos... no existe respuesta posible..." ("Dios y la existencia", pág. 224) 

Para Pikaza la diferencia entre Heidegger y Bultmann es que para el primero la existencia se cierra en el ser auténtico (Dasein) de cada uno, en tanto que Bultmann tiene una apertura de fe, encontrando en  la fe en Cristo la autenticidad de un lugar que nos supera, que es exógeno a nosotros y que nos llega de forma gratuita. Y ahí se revela el carácter luterano de su proyecto, pues Heidegger está en las obras, en tanto que Bultmann trasciende a la gracia.

En el futuro de Dragon Ball, la única respuesta que puede haber es luchar, y es lo que Gohan hace reiteradamente contra los Androdies, lo enfrenta una y otra vez, mordiendo siempre el polvo. Trunks intenta seguir su ejemplo, pero es aún más débil que Gohan. Los Androides amputan un brazo a Gohan, quien, con todo, se esmera en seguir luchando. Finalmente, los Androides lo asesinan y Trunks llora ante su cuerpo muerto. Ahí, ante la confrontación de la muerte, Trunks realiza un empuje supremo y se transforma por primera vez en Super Saiyan, al haber alcanzado los límites de todo su esfuerzo y haber perdido al último mito en el que podía creer: Gohan.

En este futuro ya no hay mitos. Tal como Bultmann pensaba en su juventud del mito de Cristo que le parecía insuficiente ante la nueva realidad del mundo. Persiste la tensión de vivir para-la-muerte y la esperanza de que algo pueda cambiar. Pero cuando ya no puede haber esperanza en el futuro, ¡entonces se mira hacia el pasado!, se debe reinterpretar el pasado para lograr transformar el presente y el futuro. En el fondo, esa es la propuesta de desmitologización de Bultmann. Reconocer con Heidegger que la muerte es el horizonte inexorable, pero analizar existencialmente el pasado para encontrar, detrás de los mitos, un pretexto para seguir viviendo. El pretexto para Bultmann es Cristo, para Bulma, Goku.

Trunks quiere pelear heideggerianamente con su propio ser contra los Androides, pero le es imposible ganar. Bulma desea desmitologizar bultmannianamente el pasado haciendo viajar a Trunks a la época cuando Goku estaba vivo y darle una medicina que le cure el corazón. Es decir, un elixir que muestra la debilidad histórica del mito, pero, al mismo tiempo, le permite fortalecerse en nuevas formas.

Este carácter fideísta de Bulma se muestra en su empecinamiento por la Máquina del Tiempo, que es su instrumento hermenéutico, mediante ella, logrará re-interpretar el pasado existencialemente, ¡de un modo plenamente literal al enviar a su hijo a otra época!. A la Máquina del Tiempo le llama "Hope" (esperanza). Así, Bulma supera teológicamente a Trunks, quien aun está actuando en la mera filosofía del Dasein sin reconcoer que el triunfo vendrá de otra parte más allá de él.

La primer Máquina del Tiempo escondida  

Gratuidad y contradicción

"Una espada atravesará tu alma", le dice el viejo Simón a María, haciendo referencia al dolor que sentirá por la muerte de su hijo, Jesús. No obstante ello, María sigue alentando a su hijo a su ministerio. Como ya se ha dicho, lo increpa en Caná de Galilea pidiéndole vino, prefiguración de su sangre derramada. Jesús estaba en su zona de confort y se enoja con su madre, "¿qué tienes conmigo mujer?". María no quería vino, alentaba a su hijo a cumplir su propósito. Ya arrancado su ministerio, María confronta nuevamente a Jesús buscándolo, junto con sus hermanos, mientras predicaba. Jesús nuevamente debe tomar una decisión existencial ante la irrupción de su madre: "Mi madre y mis hermanos son los que hacen la voluntad de mi padre". Y así, finalmente, rompe el cordón umbilical y se precipita hacia su muerte.

En un sentido, María es para Jesús lo que, desde la perspectiva de Bultmann, es Cristo para el creyente: Viene sorpresivamente y provoca una toma de postura, una decisión entre "esto-o-aquello"

María:Jesús::Cristo:Creyente

Pero la decisión existencial no es suficiente, en un sentido luterano, la salvación, transformación o autenticidad, viene de manera gratuita desde la trascedencia. Bulma sabe que enviar a su hijo Trunks al pasado no garantiza la victoria, pues Goku es impredecible y puede no querer tomar la medicina. Aun así Bulma alienta a Trunks a viajar. En "El ser y el tiempo", Heidegger Sensei dice:  

 “Futuro” no quiere decir aquí un ahora que todavía no se ha hecho “efectivo”, “actual”, y que recién más tarde llegará a ser, sino que mienta la venida en la que el Dasein viene hacia sí mismo en su más propio poder ser. El adelantarse hace al Dasein venidero en forma propia, de tal suerte que el adelantarse mismo sólo es posible en la medida en que el Dasein, en cuanto ente, ya viene siempre hacia sí, es decir, es venidero en su ser mismo. (pág., 316).

Y con estas palabra Trunks viaja al pasado, que, biográficamente es su futuro, Trunks del futuro viniendo "siempre haca sí". No solo porque Trunks se encuentra a sí mismo de bebé (sin que se colapse el universo como en "Volver al futuro"), sino porque en ese viaje al pasado, Trunks se encuentra a sí mismo, a su ser auténtico, pero, pasando de Heidegger a Bultmann, en el acto gratuito de Goku de tomarse la medicina. 

Bueno, más o menos... porque en realidad a Goku se le olvidó tomarse su medicina y cuando aparecen los Androides sufre un ligero ataque al corazón. Pero la medicina ya estaba, y pudo tomarla a tiempo para seguir viviendo y darle a Trunks un nuevo futuro. 

Para Bultmann, Kami Sama también contradice nuestras preguntas, y nuestras expectativas, Ya que su presencia en nosotros es gratuita, no podemos condicionarla, no podemos obligarle a bajar del cielo. Kami Sama decidirá cuando y cómo llegará a nosotros, y la mayoría de las veces nos decepciona. Bulma le habla a Trunks en lenguaje bultmanniano cuando le advierte que en su viaje conocerá a su padre Vegeta, que fue asesinado por los Androides. Trunks feliz cual devoto escucha esta desmitologizante admonición: "Era un hombre muy orgulloso, y jamás demostró ser amable con los demás, pero yo sabía lo que era tu padre”. Este carácter lejano Trunks lo va a descubrir en carne propia, las mitológicas expectativas paternales se ven tiradas al suelo al encontrarse con un Vegeta histórico distante. 

Así vive Trunks su ejercicio hermenéutico del pasado: una tensión entre la gratuidad de la voluntad de Goku y Vegeta y la contradicción de sus expectativas. 

Trunks recuerda cuando Bulma le habla de su padre

Gohan y la resurrección 

No se puede hacer un análisis teológico de Dragon Ball sin reparar en la kerigma (proclamación) de Gohan en el futuro ante los Androides, en medio de la conciencia del ser-para-la-muerte que provocaba su incomparable poder. La Resurrección, como decía Unamuno, es un aferrarse, es obstinarse hasta es final, aunque las evidencias del mundo indiquen todo lo contrario. Este es también el valor de la desmitologización de Bultmann: encarar la inconsistencia de los símbolos de la fe y aun así tener el valor de continuar, pese a la desesperación de la duda. 

“El hombre ha de ser llevado a la duda, en la que duda de sí mismo; es decir, en la que desconfía poder disponer de sí mismo y del mundo; debe desesperar” (“Creer y comprender I ”, pág., 198).

Poco antes de morir enfrentando a los Androides, Gohan, consciente de su destino e impotencia, expresa desesperado su fe, y tal desesperación le lleva a expresar una de las líneas más emblemáticas de todo Dragon Ball y que nos remontan al obsecado Job. 

Esta confesión en la esperanza de la Resurrección en Gohan son trasladados a Trunks quien modifica el pasado para "curar el corazón" de Goku y transformar el futuro, ¡pero para otros! Y aquí está el cúlmen teológico de esta trama. Nuevamente, a diferencia de "Volver al Futuro", la modificación del pasado no altera la línea presente desde donde se viaja. Cuando Trunks regresa a su época, Gohan, Goku, Vegeta y todos los demás ¡siguen muertos!, su viaje de curación solo es útil para la línea de tiempo donde incide, no de donde él viene. "Más bienaventurado es dar que recibir". Es una acción para los Otros, de apertura y gratuidad. 

Desde luego Trunks entrena, se ve fortalecido y al regresar puede derrotar fácilmente a los Androides, pero los mitos no resucitan. Tal es su existencia auténtica, su Dasein: El Trunks guerrero, que, por voluntad de su Madre, y habilitado por ella, logra cambiar la historia. 

Y si quieren saber qué es "existencia inauténtica" en contraposición de la existencia auténtica (Dasein), solo hay que comparar al Trunks del futuro con el Trunks de Dragon Ball GT: Un niñato de shorts, carácter débil y sin deseos de pelear. 

Así, el Trunks de la Resurrección,  logra vengar a Gohan, virtud ejercer su Dasein encontrado en la apertura a la ayuda trascendente (en tiempo y espacio) de Goku y Vegeta, pero impulsado en su sentido más profundamente existencial por Bulma, su madre, que lo prepara esa muerte del viejo ser del futuro cerrado, al ser abierto a la re-interpretación del pasado. 

Conclusión: Amar sin mitos 

Habiendo terminado esta trilogía sobre Bulma, se puede señalar, a modo esquemático, las enseñanzas que nos deja tras haberla estudiado teológicamente con el apoyo del modelo de Rodolfo Bultmann. 

1. Encapsular al amor. El amor es algo que doblega las fronteras. Como las cápsulas Hoi Poi, el amor está encerrado en el Ser y se despliega mucho más allá de sus límites, paralizando el tiempo, siempre buscando algo más, darse más, tener más intensidad. Amar es nunca estar satisfecho. 
2. Los cíclos del amor: Pese a siempre buscar más, el amor da vueltas, trascendiendo las personas y las relaciones. Bulma deja a Yamcha por alguien igual a él ¡pero más fuerte!, somos seres de patrones, atrapados en nuestra "mismisidad", nuestro Ser es autorreferencial, se despliega sobre sí mismo. Y así, el amor es un eterno retorno, que suele repercutir en la repetición de patrones de conducta y actitud en las relaciones. 
3. Desmitologizar el pasado. Trunks tuvo que desmitologizar a Goku y a su padre Vegeta para poder superar sus propios poderes. Un viaje en el tiempo que es un acto hermenéutico de reinterpretación del pasado le dio de forma gratuita y trascendente la posibilidad de romper el ciclo de derrota ante los Androides. Se requiere de una superación del pasado para poder amar hacia adelante. Para romper los patrones de enamoramiento y amar diferente no hay que reconciliarse ni superar linealmente el pasado, sino, como Bultmann enseñó, confrontrarlo, desencantarnos de él, desesperarnos, vencernos a nosotros mismos. Entonces, al desmitologizarme a mi proyectado en ese pasado, llegará un nuevo Yo un Ser auténtico (Dasein). Bulma lo entendió primero, miró su pasado glorioso como la niña que consiguió crear una historia de héroes, y supo que la historia no era como creía, que había que reinterpretarla, que el pasado necesita de una medicina para curar el corazón.